jueves, 8 de septiembre de 2011

Riesgos principales de las acciones preferentes


Las acciones preferentes son un instrumento financiero de inversión "híbrido" entre acción y bono. En nuestro anterior artículo nos hemos podido aproximar, de una manera sencilla, al concepto de acción preferente como producto de inversión.

A continuación resumimos gran parte de los riesgos que corremos al invertir en este tipo de acciones. Al convertirnos en accionistas (propietarios) de la compañía y:



  1. Corremos el riesgo de no recibir el dividendo: caso de no tener beneficios suficientes nuestra empresa. A veces, como es el caso de bancos y cajas, se necesita el permiso del regulador (ej. Banco de España con CajaSur) para el pago, sútil detalle que suele olvidar comentar el gestor.
  2. Corremos el riesgo de no recuperar todo el capital invertido: o bien porque nadie quiera comprar nuestras acciones, o bien porque no quieran pagarnos lo que nosotros pagamos por ellas. Queremos destacar que la liquidez de estos instrumentos casi no existe en el mercado AIAF por lo que estamos a la entera voluntad de la entidad que nos vendió del producto y del precio al que nos quiera comprar.
  3. Corremos el riesgo de quiebra de la empresa y, como accionistas, seremos casi los últimos en cobrar. Justo antes de los accionistas ordinarios pero después de todos los acreedores (hacienda, seguridad social, empleados, bancos, proveedores...). ¡No parece lógico pensar que si liquidamos una empresa por falta de fondos quede algo de la liquidación después de todos ellos!
  4. Estos productos suelen tener la posibilidad de recompra por parte del emisor transcurridos 5 años. ¡Cuidado, queda a su entera voluntad el recomprar los títulos, el inversor no puede decidir!. Debemos ser conscientes de su perpetuidad.
  5. Los saldos que tenemos invertidos en estos productos no están garantizados por el Fondo de Garantía de Depósitos (FGD) en caso de quiebra de la entidad financiera.
Con todo lo anterior conocido y entendido ya podemos afrontar una entrevista con nuestro gestor en la sucursal bancaria.

En nuestra opinión, creemos que son productos para considerar tener en una cartera de inversiones junto a la renta variable tradicional, fondos de inversión, renta fija, depósitos, etc pero ¡conociendo qué se compra y sus riesgos!

Y, sobre todo, ajustando el precio que nos ofrezcan (tipo de interés) por los riesgos que asumiremos, tal vez entonces nos demos cuenta que conseguir 2-3 puntos adicionales que un depósito tradicional no es suficiente argumento de peso.

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